Con la compra de Motorola, Google no sólo se ha hecho con un fabricante para su línea de móviles y tablets insignia, también se ha hecho con una buena bolsa de patentes y una “mano ejecutora” de su castigo ejemplar a Apple.
Lejos quedan ya las esperanzas de que esto se solucionara de manera pacífica y Motorola, tras varios éxitos parciales en los tribunales, vuelve a la carga contra Apple sin compasión, mientras que a los abogados manzanescos se les acumula el trabajo en los excesivos frentes que han abierto ellos solitos.